lunes, 28 de julio de 2014


EUCARISTÍA en la Ermita de SANTA ANA de la Ciudad de ESTEPA, el próximo viernes 1 de agosto a las 9 de la noche con predicación a cargo de nuestro Director Espiritual y Párroco de San Sebástian, D. Ginés González de la Bandera Romero

HERMANDAD OBRERA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS, SAN JOSÉ OBRERO Y SAN PÍO X 
(LOS BLANQUILLOS)

HERMANDAD Y COFRADIA DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL AMOR, NUESTRO PADRE JESÚS CAUTIVO Y RESCATADO Y MARÍA SANTÍSIMA DEL VALLE 
(LOS ESTUDIANTES)

Ambas Hermandades son dos Hermandades de Pasión de la Ciudad de ESTEPA (Sevilla)

Extracción del Documento del Orígen del Hermanamiento entre ambas HERMANDADES.

Cada Lunes Santo en la Estación de Penitencia de la Hermandad de Ntra. Sra. de las Angustias San José Obrero y San Pío X (“Las  Angustias”), y de igual manera en la de la madrugada del Miércoles Santo cuando desfila procesionalmente la Hermandad y Cofradía del Stmo. Cristo del Amor, Ntro. Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Stma. del Valle (“Los Estudiantes”), el pueblo de Estepa refresca en su memoria la vinculación existente entre estas dos Hermandades, ya que, el primero de los días, entre la interminable fila de nazarenos “Blanquillos” (como son conocidos popularmente los nazarenos penitentes de las Angustias),  se intercala una representación de negro hábito penitencial correspondiente a la Hermandad de los Estudiantes. Del mismo modo en la madrugada del Miércoles Santo, es en este caso una representación de los Blanquillos con sus correspondientes insignias y bandera y sus blancas túnicas la que se intercala en el negro cortejo de nazarenos penitentes de los Estudiantes. Para los no oriundos de la localidad y desconocedores de tal razón de ser, es habitual escuchar el interrogante: ...y éstos que son de otro color..., ¿quiénes son?, ¿y por qué salen en esta procesión?.



Es sin duda esta recíproca representación, el sencillo y manifiesto gesto  de la estrecha relación y vinculación que une a estas dos humildes Hermandades estepeñas desde sus orígenes, y que así vienen haciéndolo desde el mismo año en que se fundara la Hermandad de los Estudiantes (1957)  dos años después de la de las Angustias (1955).



Que estas dos Hermandades hayan ido desde sus orígenes de la mano, no es casual, sino que responde a una identificación recíproca entre ambas, tanto en el espíritu de su nacimiento, como en los principios que la sustentan, así como en la singular forma de recogimiento de la expresión de su fe en la estación de penitencia.



Ambas Hermandades surgen desde la misma Parroquia de San Sebastián como respuesta a las inquietudes cristianas de un grupo de obreros y trabajadores, la Hermandad de los Estudiantes acogiendo esa misma inquietud emergente entre la juventud estudiantil de la época.



En sus pretensiones estaba y está el ser un puente tendido por el que acercarse a Dios y su Santísima Madre, viéndolos reflejados en el rostro de los hermanos y hermanas en situación de necesidad. En su forma de actuar está la humildad y la austeridad, y así, ambas estaciones de penitencia se identifican por la sobriedad y recogimiento mientras sus titulares recorren las calles de la localidad. Ambas procesionan  al abrigo de la noche, en un silencio absoluto roto únicamente por el sonido fúnebre de roncos tambores que, al silenciarse, dan paso a un rezo colectivo de penitentes y cuantos  acompañan el cortejo; el Santo Rosario en la estación de penitencia de la Hermandad de las Angustias y al rezo del viacrucis en la estación penitencial de la Hermandad de los Estudiantes.



La relación de amistad de esos jóvenes que daban los primeros pasos en la Hermandad de los Estudiantes con algunos de los miembros que componían la Junta de Gobierno de la Hermandad de las Angustias, así como el hecho de que algunas de las madres de estos mismos jóvenes eran camareras de la Virgen de las Angustias, determinó también el que fuera a la Hermandad de las Angustias a la que acudieran para pedir ayuda ante la falta de medios y enseres propios para procesionar.



De esta manera para la  primera estación de penitencia  de la Hermandad de los Estudiantes y durante años, contaban de manera incondicional  con los faroles del paso de las Angustias para alumbrar el de su Cristo del Amor, aprovechaban las mismas flores que el día de antes (Lunes Santo) habían adornado el paso de la Virgen de las Angustias, y sus penitentes alumbraban el cortejo con los faroles de los penitentes de las Angustias.



Como hecho singular queda en la memoria el que la primera vez que salen en estación de penitencia unos hermanos de la Hermandad de los Estudiantes, no lo hacen en la suya propia, sino en la procesión de la Hermandad de las Angustias. Esto es así, ya que, agradecidos los miembros de la Hermandad de los Estudiantes por el apoyo encontrado en la Hermandad de las Angustias, deciden el primer año que harían estación de penitencia, que una representación de hermanos de los Estudiantes con sus hábitos penitenciales acompañara el Lunes Santo a la Hermandad de las Angustias en su estación penitencial. Así lo hicieron ante el asombro de los propios estepeños que veían por primera vez esos penitentes y que desconcertados no sabían a qué Hermandad pertenecían y de dónde eran.



Ese mismo año y al día siguiente, en la primera estación de penitencia de la Hermanad de los Estudiantes, la Hermandad de las Angustias quiso corresponder con tan grande consideración, y así una representación de penitentes de la Hermandad de las Angustias con sus hábitos penitenciales y su estandarte, acompañaron en esa primera andadura de esta nueva Hermandad.

(...)

Es un deseo y voluntad manifiesta de ambas Hermandades el formalizar el estrecho vínculo existente entre ambas en el presente año 2014, dando paso a un Hermanamiento oficial y reconocido, que dé fe expresa del pasado y presente de una andadura que dos Hermandades  han hecho y hacen de la mano, y  que marque, a su vez, una línea de actuación y compromiso futuro que perpetúe en el tiempo ese mismo proceder.



Esta iniciativa contó, desde un primer momento con el respaldo del Director Espiritual y Párroco de San Sebastián, D. Ginés González de la Bandera Romero, conocedor de todo cuanto une a estas dos Hermandades. De igual modo ha contado con el total apoyo de los hermanos y hermanas de cada una de estas dos Hermandades, quedando rubricado en los respectivos Cabildos Generales en los que se presentó tal iniciativa para su consideración y aprobación si procedía, como así fue por unanimidad.

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COMISIÓN DEL HERMANAMIENTO

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