viernes, 18 de noviembre de 2011

Historia Escultor: José de Medina

III ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE JOSÉ DE MEDINA


José de Medina nació en Alhaurín el Grande (Málaga) el 2 de Agosto de 1709. Su infancia recorre por Mijas y Málaga, donde aprende el arte de la talla y es influenciado por la escuela granadina. En 1729 se traslada a Jaén para trabajar en la Catedral. Se casa al año siguiente con Dña. Juana Feliciana Moreno, con la que tuvo ocho hijos. Había sobrevivido a su esposa fallecida el 1 de marzo de 1768. Trabajó en Antequera, donde tuvo taller y discípulos como Diego Márquez y Vega. Colaboró con la familia ecijana de los Primo en la realización de retablos como los que se encuentran en Estepa, Antequera o Lucena. Falleció en Jaén el 21 de abril de 1783 siendo sepultado en la bóveda de la Capilla de Nuestra Señora del Sagrario, de la parroquia desaparecida de Santiago. 

En 2009 se conmemoró el III Aniversario del nacimiento de José de Medina, que sigue siendo poco conocido pese a la valía de su obra. En Estepa se celebró el I Congreso Andaluz sobre Patrimonio Histórico dedicado a la Escuela Barroca Andaluza en el siglo XVIII y se hizo una especial mención a la obra del escultor. Al mismo tiempo que se celebraba el congreso se pudo visitar una exposición en la Iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios dedicada a las obras de la escuela antequerana en Estepa, con obras de Andrés de Carvajal, José de Medina, Diego J. Márquez Vega y su hijo Miguel Márquez. En la exposición estuvieron presentes las siguientes imágenes de José de Medina:
-Virgen del Valle, procedente de la desaparecida ermita de San Antonio Abad.
-San Antonio Abad, procedente de la desparecida ermita homónima.
-Ángeles del retablo mayor de la Iglesia de los Remedios 
-Medallón del ático del retablo mayor de la Iglesia de los Remedios
-San José, San Juan Bautista, San Joaquín y Santa Ana, del retablo mayor de la Iglesia de los Remedios.


A su vez D. Jesús Abades y D. Sergio Cabaco en la web La Hornacina dedicaron un especial en el mes de diciembre de 2009 a abordar varias creaciones de este artista especializado en escultura sacra que pueden consultar en el siguiente enlace:

LA OBRA DE JOSÉ DE MEDINA


ESTEPA:

-Retablo mayor del templo de la Cofradía de la Vera-Cruz o de los Remedios, diseñado por el retablista ecijano Juan José González Cañero y realizado por el antequerano Francisco Primo en colaboración con José de Medina en la talla de las imágenes: ángeles y angelitos, relieve de Santa Elena y su hijo el emperador Constantino con la Santísima Cruz que remata el conjunto, tallas de San Joaquín, Santa Ana, San Juan Evangelista y San Juan Bautista en torno al manifestador y sagrario.


-San Joaquín y Santa Ana: los Padres de la Virgen presentan composición y ademanes similares: cabeza girada hacia su derecha, expresión extasiada elevada a las alturas, con los ojos y la boca entreabiertos, y ricos ropajes – símbolo de su noble condición -, policromados y estofados, que se representan movidos por el viento hacia el lado izquierdo. San Joaquín, como es habitual, aparece como un venerable anciano, mientras que Santa Ana es una matrona de rostro maduro pero no avejentado. No han llegado a nosotros en muy buen estado de conservación; en gran parte, por un fuerte ataque de carcoma y por la pérdida de las manos, a excepción de la derecha de la santa, que reposa sobre su pecho. 


-San Juan Evangelista y San Juan Bautista: Las cabezas suavemente elevadas y giradas hacia el lado derecho, místicas expresiones, y ropas ricamente decoradas y mecidas hacia la izquierda. Presentan un estado de conservación discreto, con ambas manos perdidas y señales de carcoma.


-San Antonio Abad: Titular de la desaparecida ermita que llevaba su nombre y que actualmente se encuentra en la Iglesia de los Remedios. A diferencia del resto obras del escultor conservadas en el templo (y de su estilo general), se le representa con notable sobriedad, tanto en su rostro de venerable anciano como en el rígido hábito de su orden, seguramente por el ascetismo que siempre ejerció en vida el fundador de los ermitas. Porta el cayado por su condición de anacoreta en el desierto y el libro con las llamas, símbolo de su poder curativo contra el fuego del infierno y los incendios.


-Virgen del Valle: imagen que presidía el retablo principal de la desaparecida Ermita de San Antonio Abad y que se encuentra actualmente en la Iglesia de los Remedios. Clasificada como simulacro de la Inmaculada Concepción aunque no posea esta iconografía, es más bien una Virgen con el Niño que ya no conserva la imagen del Infante. De nacarinas carnaciones y rictus melancólico, dirige el rostro hacia su mano izquierda, donde supuestamente portaba al Niño.


-Virgen de las Angustias: atribuida a la escuela granadina de mitad del siglo XVIII de D. José de Medina aunque por analogía con otras imágenes del entorno cercano hay quien mantiene que pudiera ser perteneciente a la escuela antequerana, descendiente de la granadina ya mencionada. La imagen de Nuestra Señora de Las Angustias, es un conjunto escultórico del tipo de una piedad, que recoge el momento histórico que bajan a Cristo de la Cruz y se lo entregan a su madre, es una imagen de notable valía artística y de una belleza digna de mención, la expresión de su rostro es de una naturalidad que impresiona a todo el que la observa y su manto tallado al completo en madera es de una elegante riqueza ornamental pintado en dorado sobre negro. El Cristo yacente en el regazo de la virgen parece ser de una obra de inferior categoría artística pero también está muy bien conseguido en sus rasgos físicos y expresivos.


JAÉN:

-Virgen de los Dolores: Exquisita Dolorosa de vestir, titular mariana de la cofradía jiennense de Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocido popularmente como El Abuelo. Fue labrada en el año 1741 aunque el actual juego de manos de la Virgen no es el original. La talla inclina suavemente la cabeza en señal de congoja y dirige la mirada hacia el suelo. Los grandes ojos de la Señora, casi ocultos por unos párpados caídos por el llanto, son de cristal, con pestañas de pelo naturales en los párpados superiores y finamente policromados en los inferiores. Tres lágrimas de cristal corren por sus mejillas, una por el lado derecho y dos por el izquierdo. La nariz es recta y alargada, y la menuda boca, entreabierta, deja ver en su interior los dientes superiores, todo ello excelentemente tallado. El óvalo del rostro se remata con un pronunciado mentón, centrado por un profundo hoyuelo. El cuello es esbelto y de tipo tubular. Las manos aparecen extendidas, con los dedos flexionados, portando un pañuelo en la derecha y un rosario en la izquierda. Las brillantes carnaciones han sido aplicadas en tonos cálidos.


-Cristo de la Expiración: En el testamento de Manuel Fernández del Rincón, otorgado ante Rafael Antonio de Luna, en el que se reconoce una deuda a favor de José de Medina, “por la compostura de un Señor Crucificado que me renovó”. La pieza, tallada en madera de pino (172 cm de altura), es una magnífica representación de Cristo expirante en la cruz, labrada entre los años 1761 y 1762, e inspirada en El Cachorro sevillano, obra realizada en 1682 por Francisco Antonio Ruiz Gijón. 


-San José de la Catedral


ANTEQUERA

-Retablo mayor de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen: Su ejecución se debe al retablista ecijano Antonio Primo entre 1745 y 1747 en madera de pino, corriendo la decoración escultórica a cargo de José de Medina. Las esculturas de Medina incluyen tanto piezas exentas como relieves. Muestra figuras de santos carmelitanos vestidos con el hábito de la orden, otros santos cuya devoción se halla relacionada con la misma, arcángeles y multitud de querubines, todo de notable factura. La monumental figura de San Miguel Arcángel, en el remate del retablo, es quizás la mejor de todo el grupo. No se descarta la colaboración de Diego Márquez, como así muestra la cercanía a su producción de los pliegues de algunos de los hábitos.


LUCENA

-San Marcos: Fechada hacia el año 1772 y antaño titular de la desaparecida ermita que llevaba su nombre. Presenta los atributos típicos, insistiendo el autor sobre todo en su condición de redactor de los textos sagrados, no sólo por el evangelio y la pluma que sostiene, sino también por la inspiración divina, que, al escribirlos, recibe del Espíritu Santo, posado en forma de paloma sobre su hombro. Actualmente la imagen se encuentra en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán.


-Virgen de la Aurora: Talla en madera dorada y policromada de tamaño algo menor que el natural. Su fecha de ejecución puede situarse entre 1756 y 1759 en que a instancias de don José de Arjona Hurtado… “hizo la cofradía la peregrina, hermosa, corpulenta, perfectísima imagen de Nuestra Señora de la Aurora, de escultura estophada a la maior perfección….”. Se representa a la Virgen, sin Niño, en actitud sedente sobre una nube, con manto dorado y túnica roja, portando en su mano derecha una banderola de plata y en la izquierda un cetro. 


-Ángeles y Evangelistas de la Capilla del Sagrario de la Parroquia de San Mateo.


-Retablo mayor del Convento de San José y Santa Teresa (Carmelitas Descalzas): El retablo supone otra colaboración entre el entallador Antonio Primo y José de Medina entre 1738 y 1739. La imagen central de San José con el Niño se relaciona con el granadino José de Risueño.

Fuente:

JOSÉ DE MEDINA


En el siglo XVIII Jaén es lugar de residencia de notables escultores y pintores, y algunos de ellos pasan por ser erróneamente naturales de nuestra ciudad, como es el caso del primer biografiado de este artículo, y de Francisco Calvo Bustamante padre, autor de varios retablos de San Ildefonso en Jaén, el cual era natural de Valladolid.

José de Medina nació en Alhaurín el Grande (Málaga) el 2 de agosto de 1709 y era hijo de don Juan de Medina Flores y Dña. Dionisia Monzón y Anaya.

Pasó los dos primeros años de su infancia en Mijas (Málaga) donde sus padres habían fijado su morada, y con ellos estuvo hasta los 14 años que marchó a Málaga, a casa de su tío Antonio Monzón, presbítero. Deseaba aprender a ejercer el arte de la talla, lo que hizo seguramente bajo la custodia del que debió ser su maestro: Sebastián González, de 60 años de edad a mayo de 1730, fecha en que declara como testigo desde Málaga, en el expediente matrimonial de nuestro escultor.


Llegó a Jaén en agosto de 1729 para trabajar en la Catedral. Así consta en la demanda presentada por la que sería su esposa Dña. Juana Feliciana Moreno, de esta naturaleza por incumplimiento de la palabra dada de matrimonio, con la agravante de que entraba en casa de ella a todas horas, lo que causaba escándalo en aquel tiempo, y la demanda temía que él se ausentara de Jaén, por lo que fue detenido y encarcelado y embargados sus efectos que eran su ropa más fina de vestir. Fue puesto en libertad bajo fianza de otro gran maestro de cantería y escultor: Blas de Landeras.


Su matrimonio se celebró en la desaparecida parroquia de San Lorenzo el 14 de mayo de 1730. El cual falleció en esta ciudad el 21 de abril de 1783 siendo sepultado en la bóveda de la Capilla de Nuestra Señora del Sagrario, de la parroquia también desaparecida de Santiago, en la plaza de su nombre y había sobrevivido a su esposa fallecida el 1 de marzo de 1768. Tuvieron varios domicilios en distintas feligresías y una casa en propiedad en la calle de Cambil, casi inmediata a la iglesia de Santiago, donde también habitaron y en ella fallecieron.

El 24 de febrero de 1782 ante don Antonio José de la Barrera, efectuaron el inventario y partición de los bienes gananciales, con motivo de la defunción tiempo antes, de la esposa y madre de los Medina. Los siete hijos que sobrevivieron tocaron cada uno a 821.15 reales. No entró en la partición el octavo hijo, Vicente, ausente en América sirviendo en el ejército o en otra profesión de S. M. y del que nada sabía desde que se marchó. A don José de Medina padre, la mitad del monte total que le pertenecía, suponían 5750 reales.

La propiedad familiar era la casa de la calle Cambil valorada en 14000 reales y una pequeña heredad de viña con arboleda en el "Portichuelo" por un valor de 1400 reales.


José de Medina otorgó testamento el 18 de abril de 1783 ante el citado don Antonio José de la Barrera y un anexo del mismo es la relación de bienes muebles que había poseído en su casa, que independientemente de los enseres de hogar, modestos todos, constan varios lienzos, principalmente de Jesucristo y de la Virgen, los más valorados en 50 reales cada uno. La suma total de este capítulo es por 1169 reales. Además de lo anterior, y sin valorar, consta una cabeza de San Juan Bautista y un San Sebastián de escultura, de dos tercios de alto con su peana dorada. No ofrece ninguna otra noticia relativa a su profesión artística.

Los hijos adultos fueron: 1, María Lorenza nacida el 5 de enero de 1733. 2, Ana Josefa el 12 de noviembre de 1734, ambas solteras. 3, Juan Antonio nacido el 7 de septiembre de 1736 que usó tanto el nombre compuesto como sólo el segundo, y del que hacemos una breve cita seguidamente. 4, Mateo Eustaquio, también escultor, nacido el 20 de septiembre de 1741. 5, Ignacia, nacida el 29 de julio de 1743 que casó con Salvador González Trigueros, vecinos en Alcaudete. 6, Ignacio, Sargento del Escuadrón de Voluntarios de Caballería de Castilla, ausente de Jaén, que cede sus legítimas a su hermano don Fernando para que continúe sus estudios eclesiásticos y pueda ascender de grados. 7, don Fernando José de órdenes menores el año 1782, Catedrático de la Universidad de Baeza y profesor de su Seminario, y posteriormente Canónigo de la Catedral de León. 8, don Vicente, ausente en América.

La obra escultórica de este Giennense de adopción es muy dilatada y está repartida en varias provincias, tanto de Andalucía como de otras regiones. Así lo dice el Profesor René Taylor, quien atribuye el San José de nuestra Catedral en lo que discrepan otros críticos, y la Dolorosa de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús. Pero Jaén debe contar con más obras de él, desconocidas hoy.

En el testamento de don Manuel Fernández del Rincón, antepasado directo del Beato Maximiano Fernández del Rincón y Soto-Dávila Obispo de Guadíx nuestro paisano, otorgado ante Don Rafael Antonio de Luna, reconoce una deuda a favor de don José Medina, "por la compostura de un Señor Crucificado que me renovó". Hoy se piensa que esta compostura que realizó nuestro biografiado pudo ser el actual Cristo de la Expiración, partiendo quizás del primitivo y desconocido, que estuviera en mal estado.

Dos hijos fueron escultores: Juan Antonio y E. Mateo, el primero contrajo matrimonio en Antequera (Málaga) con Dña. María Gertrudis Ruiz Salazar y de los hijos habidos en ella, uno nació en nuestra ciudad (Manuel), el 14 de abril de 1754. Juan Antonio desarrolló su labor escultórica sobre todo en la provincia de Málaga.

Mateo de Medina recibió en la pila bautismal como primer nombre el de Eustaquio que parece nunca usó. Fue bautizado en la parroquia de San Andrés, falleciendo en Jaén el 5 de septiembre de 1813 con sepelio en la de Santiago, enterrándose en la bóveda de la Santa Capilla de San Andrés. Había casado en Lucena (Córdoba) con Dña. María Francisca Cabrera Zamora de la que no tuvo hijos. En Lucena cuentan con buena parte de sus realizaciones, y en Jaén es suya la imagen de Santa María Magdalena de la iglesia de igual nombre, para la que también ejecutó una Dolorosa destrozada en el año de 1936.


Rafael Cañada
Escultores en la Ilustración: José de Medina e hijos.
Real Sociedad Económica de Jaén

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