Carta Pastoral ‘Anunciar la verdad del matrimonio y de la familia’
Queridos hermanos y hermanas:
En el marco precioso de la Navidad celebramos en este domingo la
fiesta de la Sagrada Familia, modelo de las familias cristianas. El
misterio de la cercanía de Dios al hombre, que celebramos en estos días,
se realiza en el seno de una familia, la Sagrada Familia de Nazaret,
Jesús, María y José. En conexión lógica con esta fiesta, la Iglesia en
España celebra la Jornada de la Familia, una institución esencial en la
vida personal y en la vida social. No descubro ningún secreto si os digo
que, como consecuencia de diversos factores culturales, sociales y
políticos, la familia está viviendo en Europa, y también en España, una
profunda crisis. Tales factores están poniendo en riesgo el mismo
concepto de familia, desdibujando el valor de la indisolubilidad del
matrimonio y equiparando a la unión conyugal diversas formas de
convivencia que no pueden considerarse verdadero matrimonio. Con ello se
ha introducido un peligroso factor de disolución de la institución
matrimonial y, con ella, del justo orden social.
En este contexto, nuestra Iglesia diocesana ha de anunciar
con un renovado vigor la verdad del matrimonio y de la familia y su
sentido en el designio salvador de Dios, como comunidad de vida y amor,
abierta a la procreación de nuevas vidas, así como su condición de “iglesia doméstica” y su participación en la misión de la Iglesia y en la vida de la sociedad (E. in E. 90).
Reconozco con gozo que entre nosotros hay muchas familias que, desde
la existencia cotidiana vivida en el amor, son testigos visibles de la
presencia de Jesús que las acompaña y mantiene en la fidelidad con el
don de su Espíritu. Hemos de hacer todos los esfuerzos que sean
necesarios para apoyarlas y ayudarlas, apoyo y acompañamiento que es
particularmente necesario en el caso de los matrimonios en dificultades o
en crisis.
La familia cristiana, fundada en el sacramento del matrimonio, es
icono y reflejo del amor de Dios por la humanidad y signo del amor de
Cristo por su esposa que es la Iglesia. Como santuario de la vida es el
ámbito donde la vida, don de Dios, es acogida, acompañada y defendida.
Por ello, la familia es el fundamento de la sociedad, lugar
primordial de humanización de la persona y de la convivencia civil, pues
en ella se adquieren los hábitos y los principios imprescindibles para
una vida social vivida en el amor y la solidaridad. No puedo olvidar
otra dimensión importante: la familia es también comunidad
evangelizadora, abierta a la misión, pues los padres cristianos
tienen como uno de sus principalísimos deberes la transmisión de la fe y
la educación cristiana de sus hijos.
En la Exhortación Apostólica Pastores gregis, el papa Juan
Pablo II afirmaba que es obligación del obispo preocuparse de que en la
sociedad civil se defiendan y apoyen los valores del matrimonio y de la
familia. Ha de impulsar también la preparación de los novios al
matrimonio, el acompañamiento de los jóvenes esposos, así como la
formación de grupos de familias que apoyen la pastoral familiar y estén
dispuestas a ayudar a las familias en dificultades. En este sentido,
Juan Pablo II nos invitaba a los obispos a favorecer iniciativas
diocesanas de diverso tipo, como signo de la cercanía y de la solicitud
del obispo por las familias (n. 52).
Respondiendo a este llamamiento de san Juan Pablo II, reiterado
muchas veces por el papa Benedicto y el papa Francisco, nuestra
Delegación Diocesana de Familia y Vida, con el respaldo explícito de los
obispos, está dando pasos significativos en la formación de agentes de
pastoral familiar a través del máster en Ciencias del Matrimonio y de la
Familia. Impulsa también los cursillos prematrimoniales unificando los
contenidos y la metodología. Trata además de formar una red de
monitores del programa de educación afectivo-sexual Teen Star, con vistas a la educación de los jóvenes y adolescentes desde la antropología cristiana. La
Delegación está organizando también la I Semana de la Familia. Se
celebrará entre el 26 y el 30 de enero. En ella intervendrán entre otros
el cardenal Fernando Sebastián y Mons. Mario Iceta, obispo de Bilbao.
La Delegación de Familia y Vida tutela y coordina los cinco Centros
Diocesanos de Orientación Familiar (COFs), que tanto bien están haciendo
a muchos matrimonios y familias.
Ninguna parroquia de la Diócesis debería quedar al margen de la
programación diocesana para este sector pastoral. En todas las
parroquias debe existir un equipo de matrimonios al servicio de la
familia en las distintas dimensiones a las que acabo de aludir. Nos va
en ello la felicidad de las parejas y de sus hijos, el futuro de la
Iglesia y el bien común de la sociedad, pues la familia es, como nos
dijera el Concilio, “la escuela del más rico humanismo”.
Invocando la ayuda de María, Reina de las familias, en todos estos
proyectos y realidades tangibles, contad con mi saludo fraterno y mi
bendición.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
Fuente: Archidiócesis de Sevilla
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