miércoles, 22 de junio de 2011

"VERDADERA EMERGENCIA SOCIAL"

EL ARZOBISPO CALIFICA DE 

"VERDADERA EMERGENCIA SOCIAL" 

LAS CONSECUENCIAS DE LA CRISIS

SEVILLA (22-06-11).- El arzobispo de Sevilla ha llamado la atención ante la grave situación que atraviesan cada vez más familias por las consecuencias de la crisis económica que padecemos, hasta el punto de calificar de “verdadera emergencia social” esta realidad, “que genera dolor, desesperanza, múltiples sufrimientos y frustración”. Síntomas que afectan igualmente al personal de Cáritas, “que se ve impotente ante tantas situaciones de dolor a las que no puede dar la respuesta que desearía porque los recursos escasean”.

Estas reflexiones las ha realizado mons. Juan José Asenjo en su carta semanal, dedicada en esta ocasión a la solemnidad del Corpus Christi, que se celebra el próximo domingo. El prelado recuerda que ese día coincide con la celebración del Día de la Caridad, “el día de Cáritas, la institución de la Iglesia al servicio de los más pobres”, y que no se trata de una mera coincidencia, ya que “la Eucaristía no sólo es expresión de comunión en la vida de la Iglesia; es también proyecto de solidaridad para toda la humanidad”, señala. La carta coincide con la presentación de la memoria de Actividades de Cáritas Diocesana correspondiente al año 2010, donde destaca el aumento de un 31% en las demandas atendidas respecto al pasado año.

Mons. Asenjo recuerda en su carta que “los tres últimos años están siendo especialmente duros para los pobres, los parados, los inmigrantes, los sin techo, y para cientos de familias que sufren las consecuencias de la grave crisis económica que padecemos. Los técnicos y voluntarios de Caritas nos dicen que están desbordados. Han aumentado espectacularmente las demandas. Cada vez son más las personas que solicitan ayuda para pagar la hipoteca, el alquiler de su vivienda, los recibos de la luz y del agua, mientras las parroquias reclaman a Caritas alimentos para distribuir”.

Ante esta situación, el arzobispo hace una llamada a la esperanza, respaldada por el trabajo de los técnicos, socios y voluntarios de Cáritas: “Caritas es lugar de esperanza, porque sus voluntarios, técnicos y socios están persuadidos de que su mejor tesoro no es el dinero o los alimentos que distribuyen, sino Jesucristo, en el que se nos ha manifestado el amor y la misericordia del Padre providente y bueno”.

El arzobispo hace especial hincapié en la labor callada y constante de los 2.000 voluntarios que colaboran con Cáritas Diocesana: “Ellos, como Jesús, que curaba las heridas físicas y morales, que consolaba a los tristes, devolvía la vista a los ciegos, hacía andar a los cojos y devolvía la vida a los muertos, venciendo la apatía o la indiferencia ante el hermano que sufre, generan signos y gestos de esperanza y son para los pobres una ventana abierta hacia el futuro. Como el Buen Samaritano ofrecen gratuitamente signos de compasión y de misericordia, gestos de verdadero consuelo, de cercanía, de cariño, de entrega, de escucha, de servicio, signos que muestran que para nosotros los pobres son nuestros hermanos, los preferidos de Jesús”.

Destaca la necesidad de “ofrecer signos que devuelvan la ilusión y la alegría a quienes la han perdido, signos de austeridad en una sociedad marcada por el consumismo, signos en los que se haga patente que no sólo compartimos lo que nos sobra, sino incluso aquello que estimamos necesario, que es la prueba más palpable del verdadero amor”.

Finaliza la carta con una llamada a la solidaridad en la colecta del próximo domingo, al mismo tiempo que felicita a todos los que de un modo u otro hacen posible que Cáritas siga siendo el recurso visible de la Iglesia para los más necesitados. Igualmente, incide en el fortalecimiento de “la genuina identidad cristiana de nuestras Caritas”, e insta a los sacerdotes a que constituyan delegaciones de Cáritas en aquellas parroquias en las que aún no existan.

Fuente: Archidiósesis Sevilla

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