sábado, 11 de junio de 2011

Ayuda a la Iglesia Necesitada

Cristianos perseguidos: de ellos es el Reino de los Cielos

 

 

Monseñor Franjo Komarica, obispo de Banja Luka (Bosnia y Herzegovina), reza ante el lugar en que fue asesinado en 1992, el padre Ivan Grgic. Los más de sesenta balazos que encontraron en su cuerpo reflejan no solo la persecución religiosa, sino el odio a la fe y en ensañamiento de los enemigos de la Iglesia. Como contrapunto, esta imagen es una ilustración viva de la Iglesia orante que, habiendo perdonado, reza por aquellos que la persiguen. En el mundo, a día de hoy, 350 millones de cristianos son perseguidos a causa de su fe.

                     "No tienen un sitio donde rezar"


El cristianismo es el grupo más perseguido del mundo”. Estas palabras pronunciadas hace algunos meses por el Cardenal Renato Martino son mucho más que un gran titular de prensa. Son mucho más que el mensaje contundente de un alto representante de la Santa Sede. Es mucho más que eso porque se trata de la realidad que viven millones de personas en demasiados lugares del mundo. En muchos países la pertenencia a la Iglesia Católica; el deseo irrenunciable a vivir nuestra fe; el tesón por extender el mensaje de Jesús, o el compromiso inquebrantable de estar junto a aquellos que más lo necesitan es todo un reto.

Podríamos hablar de Sudán, Pakistán, Egipto, Arabia Saudí o Irak. Pero también lo podríamos hacer, por ejemplo, de Rusia. El vicario general de la Archidiócesis de la Madre de Dios de Moscú, Andrzej Steckiewicz, nos explicaba que “muchos de nuestros creyentes no tienen la posibilidad de rezar juntos, porque carecen de iglesias o capillas. Muchos católicos siguen reuniéndose para rezar en casas de particulares, por lo que a menudo se les considera una secta”.
La realidad de 194 naciones aparece reflejada en el último Informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo (ILR) (se puede consultar y/o descargar en: http://www.ayudaalaiglesianecesitada.org) elaborado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, en el que se constata que los países donde se experimenta una mayor hostilidad a la práctica de la religión en libertad son aquellos en los que crece con mayor rapidez y virulencia el extremismo religioso, especialmente el islámico. Este fenómeno ya se denunció en la edición de 2008 del ILR. Sin embargo, la mayor novedad radica en la cristianofobia que se percibe en los países desarrollados. El Papa, en la víspera de la beatificación del cardenal Newman denunció que “en nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado, pero a menudo implica ser excluido, ridiculizado o parodiado".

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