“El que quiere recibir a Cristo en la Comunión Eucarística
debe hallarse en estado de gracia”
Ideas claras desde el Catecismo de la Iglesia Católica
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En primer lugar debemos dejar claro que la celebración de la Eucaristía es el centro de toda la vida cristiana, ya que contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo. Jesucristo, el Señor, se inmola en el sacrificio de la Santa Misa cuando comienza a estar sacramentalmente presente como alimento espiritual bajo las especies de pan y vino. Es decir, Cristo está entregando su vida por ti en la Santa Misa, y uno se une íntimamente a Él.
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El Señor nos dirige una invitación urgente a recibirle en el sacramento de la Eucaristía: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros” (Juan 6,53).
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La Eucaristía como alimento corporal sirve para restaurar la pérdida de fuerzas, fortalece la caridad que, en la vida cotidiana tiende a debilitarse; y esta caridad vivíficada borra los pecados veniales. Dándose a nosotros, Cristo reaviva nuestro amor y nos hace capaces de arraigarnos a Él y de romper los lazos desordenados con las criaturas. (Catecismo de la Iglesia católica nº 1394).
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Por la misma caridad que enciende en nosotros, la Eucaristía nos preserva de futuros pecados mortales. Pero la Eucaristía no está ordenada al perdón de los pecados mortales, esto es propio del sacramento de la Reconciliación.
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La Eucaristía , que continuamente hace presente entre los hombres el misterio pascual de Cristo, es la fuente de toda gracia y perdón de los pecados. Sin embargo, los que desean recibir el cuerpo del Señor, para que perciban los frutos del sacramento pascual, tienen que acercarse a Él con la conciencia limpia y con recta disposición de espíritu. El que quiere recibir a Cristo en la Comunión eucarística debe hallarse en estado de gracia (C.I.C. 1415).
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Para responder a la invitación que nos hace el Señor a participar de su vida, debemos prepararnos para este momento tan grande y Santo. Quien tiene conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la reconciliación antes de acercarse a comulgar. (Catecismo de la Iglesia Católica nº 1385).
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Por eso , la Iglesia manda, que nadie que esté consciente de pecado mortal, por contrito que sea, se acerque a la Sagrada Eucaristía sin previa confesión sacramental.
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No obstante, si concurre un motivo grave y no hay oportunidad de confesarse, haga primero un acto de contrición perfecta con el propósito de confesar cuanto antes uno por uno los pecados mortales que al presente no puede confesar.
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Los que diariamente o con frecuencia suelen comulgar conviene que con la oportuna periodicidad, según la condición de cada cual, se acerque al sacramento de la penitencia. (Ritual de la Sagrada Comunión, 23). Sin ser estrictamente necesaria, la confesión de los pecados veniales, sin embargo, se recomienda vivamente por la Iglesia. En efecto, la confesión habitual de los pecados veniales ayuda a formar la conciencia, a luchar contra las malas inclinaciones, a dejarse curar por Cristo, a progresar en la vida del Espíritu. Cuando se recibe con frecuencia, mediante el sacramento de la Confesión, el don de la misericordia del Padre, el creyente se ve impulsado a ser él también misericordioso. (Catecismo de la Iglesia Católica nº 1458).
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Los que van a recibir el sacramento no lo harán sin estar al menos desde una hora antes en ayunas de alimentos y bebidas, con la sola excepción del agua y las medicinas. Las personas de edad avanzada o que sufren una enfermedad cualquiera, como también quienes las cuidan, pueden recibir la Sagrada Eucaristía aunque hayan tomado algo dentro de la hora precedente. (Ritual de la Sagrada Comunión, 24).
EXAMEN DE CONCIENCIA PARA PERSONAS QUE LLEVAN MUCHO TIEMPO SIN CONFESARSE CON UN SACERDOTE
Recuerda que para que la confesión
sea válida no se puede mentir ni ocultar ningún pecado. Si lo haces es
como si no te hubieras confesado.
Recuerda que no hay que tener
vergüenza al ir a confesar, los sacerdotes son consagrados de Dios,
están preparados para este ministerio, y estás bajo secreto de Confesión
durante toda la confesión. Además al confesonario se va a decir los
pecado no las cosas buenas que hemos hecho.
Recuerda que No es el sacerdote el que confiesa, sino Cristo a través del sacerdote.
Recuerda que uno no se puede confesar
directamente con Dios, eso sirve si te vas a morir y no hay ningún
sacerdote cerca que te pueda Absolver. En circunstancias normales para
que los pecados nos los perdone Dios tenemos que ir a un sacerdote y a
través de él Cristo borra nuestras culpas y pecados. Solo en caso de
peligro de muerte y que se de la circunstancia de que no haya ningún
sacerdote cerca para que te confiese tiene validez el pedir perdón a
Dios a través de un acto de contrición.
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¿Cuánto tiempo hace que no te confiesas?
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¿Has faltado algún Domingo a Misa o días de precepto ?
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¿Has comulgado alguna vez sin confesar estando en pecado?
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¿Has visitado al Señor en el Sagrario, que siempre está esperándonos?
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¿Tienes a Jesús y a la Virgen María presentes en tu vida?
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¿Rezas un poquito cada día? ¿Sé escuchar a Dios y aprender a conocerle en la lectura de la Sagrada Escritura? ¿Le cuento mis deseos y esperanzas, mis alegrías y sufrimientos, mis errores y mi gratitud por todo lo bueno y bello? En definitiva, ¿lucho para que Dios esté siempre en el centro de mi alma?
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¿Cómo te has portado con tus padres, familiares…?
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“La caridad es paciente, la caridad es benigna; no es envidiosa, no obra con soberbia, (…) se complace con la verdad; todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1Co 13, 4-7). ¿Entiendo que la caridad es comprender? ¿Sé escuchar y hacerme cargo de los puntos de vista de los demás? ¿Trato con cariño a mi esposo, esposa y a mis hijos?
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¿Has sido obediente o siempre quieres hacer lo que a ti te da la gana?
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¿Cómo te has portado con tus amigos, vecinos…?
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¿ Has tenido odio, rencor, malos pensamientos… hacia otras personas?
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¿Has contestado de mala forma a alguna persona?
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¿Has ayudado en las tareas de casa o te ha podido la pereza?
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¿Has hablado mal de alguna persona?
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¿Corto las conversaciones impuras o frívolas?
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¿Se parar la curiosidad y procuro huir de las ocasiones en las que puedo ofender al Señor con la vista, la ironía, la crítica o la imaginación?
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¿Estoy viviendo o vivo en situación de pecado al adelantar la convivencia en el hogar con mi futuro cónyuge antes de contraer matrimonio?
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¿He mantenido relaciones conyugales antes de recibir el sacramento del matrimonio? En caso de ser afirmativa la respuesta: ¿Han utilizado medios anticonceptivos que cierran la relación conyugal a la vida? ¿Reconozco que he optado por vivir en situación de pecado, alejándome del amor de Dios, sin tener en cuenta que se pone en juego la vida eterna de mi existencia y la de la otra persona?
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Si estas casado/a o tienes pareja, ¿Has sido infiel a tu pareja? ¿Cuántas veces?
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¿Has robado algo o cogido cosas sin permiso?
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¿Has sido caprichoso?
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¿Has trabajado o pierdes mucho el tiempo?
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¿Has sido generoso, has compartido… o has sido egoísta pensando solo en ti?
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¿Has tenido envidia de otras personas por lo que son o lo que tienen? La envidia es cuando no te alegras del bien de los demás.
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¿Has tenido pensamientos feos, malos o impuros? ¿Reacciono con valentía ante situaciones chabacanas o sensuales? ¿Procuro poner todo de mi parte para que no se den?
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¿Has visto películas, fotografías… de carácter pornográfico?
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¿Has cometido actos impuros y egoístas como la masturbación? ¿Se han dado con mucha frecuencia? ¿Ha sido solo/a o acompañado/a? ¿Has sido tentado/a con pensamientos o deseos hacia personas del mismo sexo?
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¿Has utilizado medios anticonceptivos, pastillas del día después, diu…?
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¿Desagravio a Dios cuando veo que se le ofende? ¿Me doy cuenta de que mi ejemplo puede mover a otros a cambiar su vida, y que una omisión equivaldría a cierta complicidad?
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¿Has provocado o ayudado o animado al aborto? En caso de que hayas abortado o ayudado a abortar a alguien, sabía que estabas cometiendo un pecado que conlleva la excomunión?
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¿Te has dejado llevar por la soberbia, el orgullo, el egoísmo?
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¿Has cuidado el medio ambiente, la limpieza de las calles…?
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¿Has hablado chabacanamente, diciendo tacos o barbaridades?
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¿Has mentido? ¿Evito siempre la mentira, aunque suponga pasar un mal rato?
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¿Has hecho algo con lo que hayas podido ofender a Dios, a la Iglesia, a tu familia…?
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¿Tienes que confesar algún pecado de omisión, es decir, algo que debías haber hecho y no lo hiciste? ¿Has dejado que una persona que estaba en peligro de pecar lo hiciera o le has aconsejado que no lo haga?
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¿Has honrado a tu padre y a tu madre?
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¿Has matado la imagen de Cristo que hay en ti alguna vez por tu mala conducta?
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¿Has atentado contra tu vida (Suicidio) o contra la vida de alguien?
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Has ido a brujos/as, hechiceros/as o a que te lean las manos, las cartas, a que hagan un conjuro, mal de ojo, tarot, reiki, cartas astrales, adivinación, güija, espiritismo…
P.S. Les dejamos un fantástico vídeo que les guiará de una forma muy emotiva a realizar un buen examen de conciencia
Fuente: ADELANTE LA FE
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