Queridos amigos:Mil gracias a todos los que me habéis llamado en estos días,
me habéis escrito por mail para animarme, habéis seguido la
evolución de mi enfermedad o habéis estado rezando simplemente
por mí... No estoy de ánimos al 100% y me siento muy cansado
pensando lo que Dios quiere de mi. En efecto, el dia de mi
17º aniversario de consagración episcopal, el domingo 10, me desperté de madrugada con un fuerte dolor en el pecho. Ya he
tenido dos infartos hace 4 años y se reconocer que llegaba el
tercero.Afortunadamente me encontraba ya en Bangui preparando mi viaje
a Roma para la visita “Ad Limina” que cada 6 años hace toda
la Conferencia Episcopal centroafricana. Con mi compañero
comboniano padre Aurelio buscamos una doctora cooperante, que
nos dijo que ella no tenia aparatos para hacer una "trombolisis"
de urgencia para empezar a disolver el coágulo, que fuéranos a
la clínica Sweps donde encontramos un celador por único habitante,
llamamos a dos cardiólogos que no cogieron el teléfono y ,
finalmante, nos acercamos al hospital de campaña que el ejército
francés tiene en Bangui (200 soldados en zona de alto riesgo, lo
necesitan) y alli nos atendieron con urgencia, competencia y acogida
excelente.Hoy ya bien, en casa, flojito pero levantándome, sin responder a
teléfonos y pensando en el futuro, que ya no podrá ser como antes,
aunque sé que Roma me va a dar largas. Estuve dos dias en la clínica
de campaña francesa y pedían que un avión medicalizado, me llevara
a hacer un cateterismo, máximo antes de 48h. Como no tengo seguro
médico fuera de España, embajadas, nunciatura y demás organismos
se lavaron las manos y animaron a mi familia a encontrarfinanciación propia. Tras arduas negociaciones económicas y
búsqueda de medios, al final vino una avioneta de Luxemburgo y me
trajo a España sin maletas, con escala en Niger y en Málaga.
A la Cruz Roja de Córdoba llegué a las 3 de la mañana, momento que
véis en la foto. Al dia siguiente entraron en mis coronarias para
descubrir que la derecha estaba obtruída por un antiguo stem que
se había movido del sitio produciendo un trombostem. A los 7 stems
que ya tenía, añadieron dos y me recompusieron el atasque. Dos dias
sin irrigación derecha no han supuesto casi ningún daño y ahora me
dan varios meses para recuperarme. Ha sido como un milagro venir
desde tan lejos con una arteria bloqueada y yo me siento como aquel
que apalearon los ladrones en la parábola del Buen Samaritano y
éste tuvo piedad, se acercó y lo amó.Quiero ir a Roma a mitad de junio para encontarme con el Cardenal
Filoni, presidente del Dicasterio de Propaganda Fide, y (si es posible),
con el Papa pues la conferencia episcopal centroafricana está actualmente
en Roma y yo me estoy perdiendo esta visita... Tengo varios meses para
pensar, rezar, discernir, escuchar al Cardenal Filoni, escuchar el parecer
de personas... sin llegar a conclusiones radicales de que "al terceraviso el toro tiene que ser devuelto a los corrales", abandonando alli
gentes y proyectos, pero tampoco sin tener en cuenta de que hay que pisar
el freno, que sin un cardiólogo por los alrededores sera difícil seguir o
sin un Obispo auxiliar que llevelo mas gordo...o... hay otras posibilidades
que Dios nos irá haciendo entender con su saber sugerir entre líneas.Otra vez mil gracias por vuestras llamadas, oraciones, recuerdos, y tantas
otras cosas.Mil gracias a todos. Y a todos , que Dios nos siga guiando.Monseñor. D. Juan José AguirreObispo de Bangassou - Centroafrica20/05/2015
viernes, 22 de mayo de 2015
Carta Mns. D. Juan José Aguirre - Obispo de Bangassou
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