sábado, 17 de diciembre de 2011

DE ESTEPA VENGO

  Tenía ganas de verla, de vivirla. Hace años de camino de Granada  a Sevilla, me sorprendió su cerro imponente cuajado de torres y murallas. Y el blanco de calles y casas desparramadas por las laderas...

    Llegué con niebla y lluvia, las calles casi vacías. Pero poco a poco se fue llenando todo de gente, de palabras, de risas, de emociones. Vengo de Estepa, de estar con mis hermanos desperdigados por toda España, a los que me une la fe y la querencia por la Virgen al pie de la Cruz con el cristo muerto, y aunque fui solo representando a mi hermandad, como casi siempre en todas las cosas de mi vida, nunca me he sentido más acompañado, más vivo.



     Estepa huele a canela y a obrador de horno por todos sus rincones. El pueblo está aderezado de un ambientador con sabor a mantecado y polvorón, un perfume a almendra, a azúcar, a bandeja de dulces en la mesa del salón el día de navidad. Y en los albos muros de fachadas, las rejas negras de miradores, configurando la característica imagen de los pueblos andaluces, con patios ocultos y escondidos.
     Torres esbeltas de ladrillo y yeserías. Linternas y faros sobre el aire fresco de esta sierra sevillana. Barrocas iglesias y ermitas, plagadas de rocallas, dorados, polícromos frescos, retablos inigualables ( geniales ideas para mis dibujos), esculturas dignas de museo, vírgenes vestideras de abigarrado ropaje, estampas de otros tiempos...
   Pero me traigo más el recuerdo de las emociones. Del concierto en la monumental San Sebastián, donde una banda de música excepcional plasmó las siete angustias, que resonaban y reverberaban en aquellos muros, o los sones de las cornetas y tambores, de esa Saeta en tiempos de adviento, que fue la guinda del postre de nuestra despedida. Emoción en las palabras del secretario de Cáritas, que me ha hecho remover partes de mi y pensar en cosas en las que tal vez nunca pensé, y me han afianzado en la iglesia y la creencia que espero. Emoción en los abrazos, las confidencias, las risas, la AMISTAD (gracias especiales a Ris y Queen, y a Quete, que no sois amigos, sois familia)
     Empieza el puente zigzagueante de este año. Resuena la navideña publicidad que tan poco me entusiasma. Y un lunes más, pero hoy con el recuerdo en esta noble villa sevillana, que ya se ha metido en mi corazón y en mi pequeña historia.

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